El
ateísmo fuerte consiste en la negación de la existencia de cualquier
dios, entendido como un ser superior, preexistente 'per se' y creador del Universo, consciente de su propia existencia, con voluntad y conocimiento perfectos. En definitiva, niega la existencia de cualquiera de los dioses que han dado lugar al abigarrado conjunto de
religiones y sectas. Como consecuencia, el ateísmo fuerte niega la existencia de entes sobrenaturales como espíritus o almas y afirma que la conciencia del ser humano desaparece cuando muere.